30 de diciembre de 2013

La reseña circular

A principios de año nos sugerimos una serie de lecturas, una serie de señores y este servidor. Odo, Qdony, Pedro y Carlos me recomendaron un libro cada uno, bueno uno se pasó y me recomendó dos (me acuerdo de tí, lo tengo apuntado, que lo sepas), y cuando aun no ha terminado el año, le falta un poquitin, aquí tenéis mi impresión. Esos tios me conocen, vaya que si:

El quinto en discordia, de Robertson Davies.

Un libro con una prosa fluida y sencilla (con lo difícil que es de conseguir), a menudo irónica, que te agarra desde la primera página y no te deja soltarlo hasta el final.


Empecemos por el título, ya que es fundamental. El quinto en discordia es en términos operísticos el personaje que no tiene contrincante, pero que es esencial para el desarrollo de la trama, por que conoce los secretos del héroe y le ayuda en su misión. No se si es creación de Davies, por que he buscado un poco por la red y sólo aparece en relación con el libro, pero es que es la esencia del mismo. 


El narrador de la historia es Dunstan Ramsay, que nos cuenta su vida, pero entrelazada en ella está la de Percy Boyd Staunton, Mary Dempster y Paul Dempster, que se convertirían en el tener, la soprano y el baritono de la opera que se va desarrollando a lo largo del libro, y de la que Dunstan Ramsay es el quinto en discordia, por que su papel es secundario pero fundamental para su desarrollo.


Todo empieza con una bola de nieve, que Percy Staunton lanza a Dunstan Ramsay, vivo él, que la evita sin dificultad pero que le da a la pobre Mary Dempster, la esposa embarazada del pastor, que a partir de entonces queda un poco tocada. Dunstan se llena de remordimiento y gran parte de su vida tratará de ayudar a Mary Dempster, a la que considerá santa, pues le atribuye tres milagros.


La hagiografía se convertirá en la pasión de Dunstan, y es hijo de protestantes, y nos llevará a reflexionar cuales son los acontecimientos importantes en nuestra vida. Una de esas historias sencillas en las que no parece pasar nada (que si que pasan cosas) y que Davies consigue llevar a un climax final soberbio.


Sobre la creación literaria, de Gustave Flaubert

Que voy a decir, una colección de cartas escritas por Gustave Flaubert, que nos abre una ventana a su pensamiento, apasionado, lleno de dudas, elitista, obsesivo, un genio.


Pero que voy a decir yo, nada, así que dejo que el mismo se explique:


"Intentemos ver las cosas como son y no queramos ser más inteligentes que Dios. Antes se creía que sólo podía extraerse azúcar de la caña de azúcar. Ahora se extrae de casi todo; lo mismo ocurre con la poesía. Extraigámosla de cualquier cosa, ya que ella se encuentra en todo y por doquier: no hay ni un átomo de materia que no contenga la posibilidad de un pensamiento; y acostumbrémonos a considerar el mundo como una obra de arte cuyos procedimientos hemos de imitar en nuestras obras."

De una carta a George Sand

"¿Para qué publicar en los abominables tiempos que corren? ¿Es con objeto de ganar dinero? ¡Qué risa! ¡Como si el dinero fuera o pudiera ser la recompensa al trabajo! Esto sucederá cuando se haya destruido la especulación: mientras tanto, no. Y además, ¿de qué forma medir el trabajo, cómo considerar el esfuerzo? Queda, pues, el valor comercial de la obra. pero en ese caso haría falta suprimir cualquier tipo de intermediario entre el editor y el comprador y, aún así, la cuestión es insoluble, pues yo escribo (hablo de un autor que se respete) no para el lector de hoy sino para todos los lectores posibles, mientras la lengua exista. Mi producto no puede ser consumido ahora porque no se dirige exclusivamente a mis contemporáneos. Mi servicio es indefinido, en consecuencia, impagable."

De una carta a Louise Colet

"No quiero ser miembro de una revista, de una sociedad, de un círculo o de una academia, de la misma manera que no quiero ser consejero municipal u oficial de la guardia nacional. Y además, habría que juzgar, ser crítico; y esto me parce innoble en sí mismo y una tarea que hay que dejársela a aquéllos que no tiene otra que realizar."

Otra a Louise Colet

"Si el libro que con tanto dificultad estoy escribiendo llega a buen término, únicamente por el simple hecho de su ejecución, habré puesto de manifiesto estas dos verdades, que para mí son dos axiomas, a saber; que la poesía es puramente subjetiva, que en literatura no hay temas hermosos, y que Ivetot vale tanto como Constantinopla; en consecuencia, podemos escribir cualquier cosa, es decir, lo que sea. El artista debe elevarlo todo; es como una bomba, hay en él un gran tubo que desciende hasta las entrañas de las cosas, hasta las capas más profundas. Luego aspira, haciendo brotar al sol, en surtidores gigantescos, lo que estaba bajo tierra y no se veía."

A Mlle. Amélie Bosquet

"Pero cuando pienso que mi gran esfuerzo no será valorado en absoluto y que un cualquiera, un periodista, un idiota, un burgués, encontrará, sin apenas molestarse (y con razón, quizá) un montón de tonterías en aquello que yo considero precisamente lo mejor... siento una melancolía sin fin, una tristeza de ébano, una amargura para reventar, angustias que hacen que me tambalee como sobre un océano de inmundicias."

Raising Stony Mayhall, de Daryl Gregory

Una de zombies. Si señores, zombies, o, más bien vectores de un virus que convierte a la gente en casi inmortales, o, en terroristas que luchan por sus "ideales", o, en parias rechazados por la sociedad. Una obra con muchas lecturas, que nos cuenta la vida de Stony Mayhall, un recién nacido zombie que fue acogido por la familia Mayhall, en un pequeño pueblo de Iowa.


Un niño zombie que crece aislado y rodeado de amor, en una granja americana, en un típico pueblo americano, y que se convierte en el sueño ideal de cualquier familia, más humano que los propios humanos.


Gregory ha conseguido dotar a Stony de una empatía enorme, que asume con naturalidad, como si fuese la única manera correcta de ver el mundo, y por la que luchará toda su vida, incluso más ella de ella.

Rodeado de personajes entrañables y también de un par de execrables, explorará que nos convierte en humanos, y se transformará en el espíritu protector de su comunidad (sea cual sea esa), entroncado directamente con los lares romanos.


Dilvish, El Maldito/La tierra cambiante, de Roger Zelazny.


Dilvish, El maldito, es un pequeño libro de relatos centrado en la figura de Dilvish, un guerrero con una tremenda curiosidad innata que lo mete en todos los líos que encuentra y con un gran sentido del honor, que le lleva directamente al infierno maldecido por Jelerak, el más grande los hechiceros, y del que sale al cabo de doscientos años de sufrimiento, acompañado de black, su caballo/demonio/engendro/vete_a_saber_que, cual fiel escudero y se dedica a quijotear por el país en busca de Jelerak, para decirle lo que piensa de su actitud (que no, que no, es para liquidarlo, claro que sí).




Como todo libro de relatos, tiene sus altibajos, empieza con un estilo épico, un poco arcaico, pero va tomando impulso a medida que Zelazny se hace con el personaje, y termina con dos relatos largos magnificos.


La tierra cambiante es en cambio ya una novela, o novella quizas, muy corta, que nos narra la confrontación final de Dilvish con Jelerak. Con un estilo alegre y sencillo, y lleno de homenajes a Lovecraft.


Ambas se complementan muy bien, y a medida que los leía no podía sino recordar al Conan, de Howard, del que Dilvish es un descendiente aplicado, con un toque de hechicero que Conan no tenía, el hermano bueno de Chtulhu, y aparición estelar de los Perros de Tíndalos y los Antiguos Dioses.

Genial. 




18 de diciembre de 2013

Contra la oscuridad




Esta entrada forma parte del homenaje/recuerdo que en el Fantascopio se ha organizado en honor del escritor escocés Iain M. Banks. Me ha tocado, vale, vale, he escogido, reseñar Contra la oscuridad, uno de sus libros que no forman parte de la serie de La Cultura.

Contra la oscuridad, si he contado bien, es la duodécima obra publicada de Banks, pero se trata en realidad de uno de sus trabajos primerizos que reescribió y posteriormente publicó a raíz de su éxito. Se nota, las escenas de acción son confusas, la trama es endeble, tiene fallos de ritmo y más ideas de las convenientes (si, esto a veces es malo).


Pero vamos al tajo:

Lady Sharrow, aristócrata de una familia venida a menos, tiene que esconderse del culto Huhsz, que la persigue debido a que uno de sus antepasados se apoderó de un objeto sagrado del culto, la última pistola vaga (aka McGuffin) que entonces no era la última. En sus intentos de recuperarla los seguidores huhsz asesinan al duque y su hijo y se inicia una vendetta, entre la familia de Sharrow y el culto. Un profeta huhsz tiene una visión que le comunica que si no se recupera el tesoro robado o se elimina la linea femenina de la familia no podrá nacer su Mesias. Y justo ahora, el cabo de unas pocas generaciones, los huhsz han conseguido una licencia para matar legalmente a la última descendiente femenina de la familia. Tienen un plazo de un año y un día para conseguirlo. Sharrow intentará recuperar la pistola para conseguir el perdón y a la vez evitar a los miembros del culto.

No parece gran cosa, ¿verdad?. La típica búsqueda del tesoro, nuestra heroína reunirá a sus amigos, seguirá las pistas, superará los obstáculos, etc. Básicamente es así, bueno, hay un enemigo desconocido que siempre va dos pasos delante de ella, pero esto también es parte del juego.

Y si todo fuera esto sería una novela bastante mediocre, afortunadamente hay más.

La novela está ambientada en el sistema planetario de Golter, un lugar en el quinto pinto, sin ningún otro sistema cercano. Este aislamiento ha provocado que a lo largo de los milenios en el sistema se hayan probado infinidad de regímenes políticos, sistemas de gobierno y religiones varias, con el único resultado de conseguir subir y bajar en la montaña rusa de la escala tecnológica debido a las guerras padecidas.


En la actualidad, la actualidad del libro se entiende, el sistema está controlado a duras penas por el Tribunal Mundial, que intenta establecer un poco de orden, en un sistema ultra-capitalista regido por los burócratas y los abogados. El sistema está dividido en estados independientes, ciudades libres, territorios embargados, países en litigio, enormes propiedades privadas, monarquías, toda una amalgama de sistemas políticos que luchan por mantener su existencia, sin que parezca que haya una solución, condenados a repetir los errores del pasado. Un entorno oscuro donde transcurre la acción.

También la religión y la filosofía está representada. En la Monarquía de los Reyes Inútiles, la tecnología está prohibida y se compra únicamente para gastar los excedentes del reino para que el país no progrese y por consiguiente siga estable, y la religión oficial es el Odio a Dios, al que consideran el Gran Hechicero Infernal. También está el culto Huhsz, más tradicional (recordemos que en el año 1988 se publicaron Los Versos Satánicos), y para completar el panorama una orden de monjes que se encadena y se mueven arrastrando las cadenas que están sujetas a raíles. En el plano filosófico, un grupo de mercenarios solipsistas (todos ellos) nos van amenizando el camino a recorrer.

Aunque la novela no está ambientada en La Cultura, hay algunos detalles que apuntan un contexto común, por ejemplo, la clase alta tiene un solo apellido y a medida que vas descendiendo en la escala social se van añadiendo nombres suplementarios, y ya sabemos que los miembros de La Cultura acostumbran a tener nombres larguísimos. Aparece también una incipiente civilización mecánica, androides con una IA autónoma, que tiene objetivos similares a los que después asumirán las IAs de La Cultura, tal y como se menciona en el artículo publicado en Fantastica Ficción:

"las IAs de la Cultura, diseñadas dentro de parámetros muy amplios, que desean vivir, experimentar y comprender, para las que su existencia y procesos mentales propios deben ser satisfactorios, y hasta entretenidos". 

Y por último la protagonista absoluta, Sharrow, un personaje desarrollado en mucha más profundidad de lo habitual, a base de sucesivos flashbacks, pero que al mismo tiempo es el arquetipo de la heroína predestinada, un personaje plano típico de la fantasía. La caza del tesoro se transforma en la búsqueda del Grial de la Pistola Vaga, un símbolo del antiguo poder de la casa de Sharrow. Un instrumento tan avanzado tecnológicamente que es pura magia, un arma que cuando dispara decide por si misma la forma en que va a destruir el objetivo, usualmente bastante graciosa.

Banks se propuso utilizar los recursos y tropos típicos de la fantasía para explorar la space opera, y toda está serie de elementos dispares lastran el ritmo de la novela y dificultan su encaje, sin embargo el todo es más que la suma de sus partes.

25 de noviembre de 2013

Ancillary Justice

Después de un tiempo en barbecho, continuamos con el blog. Hoy vamos a comentar Ancillary Justice, de Ann Leckie, una Space/Thriller político/Opera que ha recibido muy buenas críticas. Tantas, que el hypemetro estaba a punto de estallar y junto con odo y qdony, los titulares de los imprescindibles blogs, Sentido de la maravilla y La biblioteca de Ilium, nos lanzamos a una lectura conjunta.


Portada
La novela está estructurada en dos lineas temporales diferentes que se van alternando y que la autora usa para introducirnos paulatinamente en el entorno de la historia, mientras por otro lado hace avanzar la trama.


La primera transcurre en el planeta Ors, que ha sido recientemente anexionado al Impero Radchaai. Ann Leckie aprovecha esta línea para mostrarnos el modus operandi del Imperio y, además, planta las semillas del conflicto que se resolverá en la segunda. También nos presenta a los personajes principales de la novela, Anaander Mianaai, Lord supremo del imperio, y Justice of Toren, la Inteligencia Artificial de una nave estelar, estacionada en el planeta para ayudar a controlar la anexión. A pesar de que la nave tiene oficiales humanos, el principal recurso de la nave son los ancillares del título, tropas auxiliares, formadas por humanos a los que se ha sometido a una intervención cerebral que ha transformado su mente en un receptáculo de la propia IA, y que se encuadran en diferentes escuadrones. Se trata de simples apéndices de la nave, soldados ideales que comparten de forma simultánea toda la información entre sí, pues en realidad son parte de la propia nave, y que no cuestionan las ordenes que reciben.

En la segunda línea seguiremos las andanzas de One Esk, una instancia de uno de los regimientos de Justice of Toren, o sea, un ancillar, en su afán por vengarse de Anaander Mianaai, debido al conflicto ético que sufrió la nave, cuando las ordenes que recibió en su día del Lord supremo entraron en conflicto con sus emociones, explorando así someramente el dilema moral de cumplir las ordenes que chocan con el sentido de justicia de los individuos.

El punto fuerte del libro es el worldbuilding, el Imperio Radchaai está basado libremente en el Imperio Romano, tal y como la propia autora reconoce en la entrevista que hay al final del libro, aunque no se trata simplemente de Romanos en el Espacio. Ann Leckie adapta aspectos del Imperio Romano a su mundo, como la pirámide del Clientelismo que existía entre las familias romanas, y la rápida asimilación de los Dioses de los pueblos conquistados al panteón del Imperio, pero sin embargo consigue dotar a la sociedad de una entidad propia.

Ann Leckie
La autora es muy consciente de dos de los mayores problemas que afectan a los grandes imperios: la necesidad de expansión constante en busca de más riqueza para consumir y la falta de soldados que provoca el continuo estado de guerra. Y lo soluciona transformando en ancillares a la mayor parte de la población de los planetas conquistados, mejorándolos con implantes y con un campo de fuerza que los convierte en casi invulnerables. Esta ventaja tecnológica ha permitido al imperio expandirse sin que nadie los haya podido parar, al menos, hasta que se toparon con los Presger, una raza alienígena con una tecnología superior que no parece tener problema alguno con el campo de fuerza y que puede forzar un cambio de modelo en el Imperio.


Otro acierto del libro, es la descripción de las múltiples instancias de Justice of Toren, en Ors, que consigue dar la sensación de multiplicidad y omnipresencia sin crear confusión con los diferentes puntos de vista, ya que Justice of Toren lógicamente se ve como una sola entidad.

Pero no todo está bien conseguido, no, ya nos gustaría, la trama de One Esk se apoya fundamentalmente en el azar, hay un montón de encuentros afortunados, y varios personajes dan un giro de 180 grados a su comportamiento natural, sin que quede muy claro la motivación que tienen.

Como curiosidad y dado que en el imperio Radchaai se da poca importancia al genero y su idioma no tiene marcadores de genero, One Esk, se pasa la mayor parte de la novela asignando genero femenino a todos los personajes, lo que provoca curiosos cambios de genero cincuenta paginas después, sin que en realidad parezca demasiado justificado o aporte nada al libro que no sea generar un poco de polémica. Creo que su hubiera podido utilizar el cargo de cada personaje o su título, o incluso crear pronombres neutros y se hubiera conseguido el mismo efecto.


En resumen, un libro con aciertos y fallos, que inicia una serie que promete ser interesante si la autora consigue superar sus problemas con la trama.

A continuación un enlace a las reseñas de odo y qdony.

8 de agosto de 2013

Lectura en El Fantascopio: Quinta Belleza.



Lento, pero sin pausa, The Seven Beauties of Sciencie Fiction, de Istvan Csicsery-Ronay Jr. (en adelante CR7, siguiendo con el símil futbolero) va desgranando sus secretos. Esta semana llegamos a la quinta belleza en nuestra lectura compartida en El Fantascopio, y CR7 nos avisa, vamos a avanzar un paso más allá de lo que habíamos visto hasta el momento. Dejaremos el mundo de lo cerebral y entraremos en el reino de las emociones.

La quinta belleza es el famoso “Sentido de la Maravilla” y no, CR7 no se refiere al magnífico blog de nuestro compañero fantascopista odo,  sino a “una poderosa expansión de la conciencia ante la idea de que el universo contiene mucho más de lo que podíamos imaginar”.

Y no nos detendremos aquí, CR7 también se siente capaz de analizar, no el sentido de la maravilla, pero si los dos elementos que a su entender lo producen: Lo sublime y lo grotesco. 

Para CR7 lo sublime es una respuesta a un shock de expansión imaginativa, un complejo retroceso y recuperación de la consciencia ante un fenómeno percibido súbitamente como demasiado grandioso para ser comprendido en su totalidad; mientras que lo grotesco es una respuesta al hecho de que objetos familiares que aparentemente están bajo control pueden esconder transformaciones extrañas y sorprendentes.

Esta semana nos centraremos en lo sublime y la próxima semana “El almohadón de plumas” nos hará llegar sus impresiones sobre lo grotesco.


KANT, BURKE y la TECNOLOGIA.

Como si observáramos un fenómeno sublime, CR7 retrocede, antes de avanzar, y se retrotrae hasta el siglo XVIII para empezar a definir el concepto que quiere expresar.

Immanuel Kant
Tanto Immanuel Kant como Edmund Burke creían que en lo sublime el individuo se enfrentaba a fenómenos naturales de tal magnitud y poder que sobrepasaban su sentido de comprensión. La conciencia reaccionaba entonces con una sensación de terror y temor reverencial o incluso de dolor provocado por la imposibilidad de asimilación, y con una disminución de la confianza en las capacidades humanas frente a la inmensidad del Universo, si bien luego podía recuperarse al racionalizar estos fenómenos mediante el arte y la ciencia.

Para Kant había dos tipos de respuesta sublime: La matemática y la dinámica.

La primera implica la experiencia del infinito. Esta forma de sublime subraya la la infinitud del mundo natural y la sensación que produce de recesión infinita en todas direcciones. La imaginación lucha una batalla para comprender los fenómenos en su totalidad y no puede afrontar la extrañeza del infinito. El sublime matemático kantiano surge de un sentimiento de extrañamiento, derivado de la incapacidad de la imaginación para llegar a una estimación estética de la magnitud de los fenómenos naturales percibidos. 

Edmund Burke
La segunda, en cambio, es la respuesta a la pura fuerza de la naturaleza, fuertes tormentas, altas cascadas, rocas inmensas, tornados, etc. Todos los aspectos de la naturaleza frente a los que los individuos nos sentimos como seres insignificantes ante su poder.

Para Burke, sin embargo, lo sublime está unido a una sensación de peligro conscientemente percibida desde una posición segura. El sublime de Burke se inclina claramente por el sublime dinámico de Kant, pero a diferencia de éste, Burke no lo limita a los fenómenos naturales y también incluye a los objetos artificiales como capaces de generar esa sensación.


LA MONSTRUOSIDAD SUBLIME: FRANKENSTEIN.

Frankenstein, considerado por Brian Aldiss y Carl Freedman como la obra fundacional del género, es el primer trabajo en que una creación humana contemporánea toma su lugar como creación sublime.  Los conceptos de lo sublime de Kant y Burke colisionan en esta obra. A pesar de que lo sublime es invocado casi ritualmente en el libro (las grandes montañas de los Alpes, el infinito yermo helado del ártico), la criatura no permite que la capacidad placentera aparezca debido principalmente al doble carácter de la criatura, magnífica y a la vez grotescamente fea.

Bárbara Claire Freeman argumenta que la vulnerabilidad inherente en lo sublime a sus propios procesos se ejemplifica en Frankenstein. En el libro, lo que intenta ser sublime parece necesariamente desbordar su marco y entrar en el terreno de lo monstruoso:

“Frankenstein puede leerse casi como una parodia de la Crítica del Juicio, pues todo lo que Kant identifica como sublime, incluyendo los productos de la sublimación, llevan precisamente a lo que Kant prohibía: terror, monstruosidad, pasión y fanatismo”.

La innovación más interesante desde el punto de vista de la ciencia ficción es que en Frankenstein las poderosas cualidades del sublime negativo se han personificado en una creación genuinamente humana a través del método científico.

Mary Shelley estableció un modelo para el sentido de la maravilla en ciencia ficción que se tambalea entre lo sublime y lo grotesco. La criatura de Frankenstein es el primer ejemplo de tecnosublime que desplaza el sentido de la maravilla desde sus fuentes naturales a los procesos de creación artificial, y plantea por primera vez la pregunta siguiente: ¿cuál es el estado ontológico de las creaciones humanas autónomas?


LA MECHAMERICANA.

El sublime clásico de Kant y Burke implica dos nociones fundamentalmente negativas sobre la tecnología. Primero, las creaciones humanas raramente inspiran lo sublime, por que contienen el propósito de su creación y por tanto pueden comprenderse cognitivamente. Únicamente pueden producir una respuesta cuasi-sublime cuando imitan a la naturaleza (Kant menciona las pirámides de Egipto y la Basílica de San Pedro), y es por que su magnitud supera a su uso social. Y la segunda noción negativa es que lo sublime es una respuesta a cosas dadas y no a objetos producidos.

Esta visión de lo sublime cambió radicalmente en la America del siglo XIX. Al contrario que los europeos, los americanos no veían la naturaleza como inescrutable y resistente al control humano, sino que creían que su destino era el dominio sobre la naturaleza. Y así el diálogo establecido entre el ser humano y la naturaleza derivó hacía un dialogo entre el ser humano y la creación humana. El temor reverencial que producía contemplar esas maravillas tecnológicas derivó en una celebración del poder de la razón humana.

El sublime tecnológico americano es decididamente práctico, basado en la contemplación de las creaciones humanas, en este sentido es un sublime dinámico. Y consistió en el control total sobre un territorio plagado de maravillas naturales, primero horizontalmente mediante el ferrocarril, los puentes y canales que fomentaron la comunicación y luego verticalmente a través de los rascacielos, en una continua carrera por llegar a lo más alto, una carrera que sigue aun en día y se ha expandido a todo el mundo. Al contrario, que el sublime natural este sublime tecnológico no acepta las limitaciones humanas, en su lugar divide a la población en dos facciones, aquellos que comprenden la tecnología y los que no.

Este sublime tecnológico propone la idea de la evolución constante, el movimiento perpetuo y la velocidad, mientras que el sublime natural hacía hincapié en lo eterno, el tecnológico apunta al futuro. El técnico, el ingeniero y el científico devienen los agentes de este cambio histórico. La producción y no la contemplación filosófico se vuelve el modelo del éxito social. Para Verne, este era un punto de vista familiar, y tenía un nombre l’americomécanique.

TODA NUBE DE HONGO CONTIENE UN RAYO DE LUZ.

David E. Nye distingue dos fases ideológicas del sublime tecnológico. La primera fase se extiende más o menos desde 1830 hasta 1945, la segunda empieza después del lanzamiento de las bombas atómicas en Japón. Esta última, en opinión de Nye, trajo una profunda reevaluación de la actitud americana frente a la tecnología:

La experiencia del sublime natural descansaba a la vez en la debilidad y la limitación humana y en el poder de la razón humana para comprender lo infinitamente grande y poderoso. Pero cuando los mismos seres humanos han creado algo infinitamente poderoso que pueda aniquilar la propia naturaleza, la exaltación del sublime clásico parece imposible. La relación kantiana con el objeto requería una sensación de seguridad personal. Uno estaba expuesto al poder de un huracán, pero a pesar de todo en una relativa seguridad. Esta precondición necesaria se evapora ante los vientos supercalientes de una explosión nuclear. El sublime tecnológico, en que el observador se identifica con el poder del objeto creado, se vuelve absurdo. ¿Quién se identifica con la bomba? La sensación colectiva de logro, otra marca del sublime tecnológico, queda radicalmente destruida, e igual de importante, la contemplación de la bomba transforma la admiración por los inventores, ingenieros y científicos en miedo y desconfianza.

Con la bomba atómica el sublime tecnológico se desplaza hacía el sublime nuclear, que sirve como catalizador de la desconfianza social en la élite tecnológica. La carrera de armamento que siguió al lanzamiento de la bomba condujo a la humanidad hacía el miedo, conscientes que una guerra nuclear sería el novum que terminaría con todos los novums.

Aunque la élite literaria no exploró los efectos de la guerra nuclear, la ciencia ficción si que lo hizo y no se canso de borrar a la humanidad del mapa y explorar los efectos de una contienda nuclear. De hecho, Robert Bloch llegó a acusar a sus colegas de creer que en cada nube nuclear había un rayo de esperanza.

Esta tendencia continúa hoy en día en multitud de obras actuales, si bien el Apocalipsis nuclear se sustituye generalmente por un desastre climático, como por ejemplo en La chica mecánica, Seed, Slow Apocalypsis y otras muchas.

Bueno ya es tiempo de que definamos las cualidades del sublime de la ciencia ficción. Este sublime es específico del género, y difiere del paradigma clásico en los aspectos siguientes:

  1. Es un juego, le falta la sinceridad psicológica de la noción clásica de sublime;
  2. Sus objetos evocativos son todos imaginarios, en claro contraste con el sublime clásico, donde los objetos que evocaban lo sublime existían;
  3. Estos objetos son mediados por la ciencia, o bien creados o bien comprendidos o descubiertos a través de ella, haciendo a la tecnológica la causa del choque sublime y su medio de recuperación;
  4. Es atemperada por la presencia constante de elementos grotescos en tensión dialéctica con la respuesta sublime, y finalmente;
  5. El megatexto de la ciencia ficción tiene un efecto juguetón aminorando el impacto de lo sublime, pues el lector está al tanto de que la experiencia es imaginaria.
En un sentido el sublime de la ciencia ficción se ha convertido en un discurso realista, que enfatiza el arco dramático de lo tecnosublime: retroceso ante el indecible poder y extensión de la tecnología, y recuperación a través del juicio ético de sus efectos en el futuro.


EL CIENCIAFICCIONAL SUBLIME MATEMÁTICO: 2001 Una odisea del espacio.

A pesar de estar un poco apolilladas, las dos vertientes del sublime kantiano continúan siendo útiles para interpretar la mayor parte de la ciencia ficción hasta la actualidad. La mayoría de obras usan una mezcla del sublime matemático y dinámico, en distintas proporciones; normalmente a partir de un sublime matemático sigue el desarrollo de la narración en un sentido dinámico.

Sin embargo, el tecnosublime matemático/contemplativo es el menos usado de los dos. Trabajos como los de Olaf Stapleton, La última y primera humanidad y Hacedor de estrellas, que desarrollan una idea sublime/contemplativa sin caer en la acción, son relativamente raros. Y lo mismo pasa con el cine en la ciencia ficción, donde los trabajos se desarrollan bajo el prisma de la acción desenfrenada. Pero no todos. Cornel Robu llamo a de 2001 de Kubrik “la suprema expresión del sublime matemático en el cine de ciencia ficción”.

La escena del Amanecer de la humanidad ilustra este aspecto del sublime matemático en su forma “primitiva”. Los homínidos no son técnicamente humanos por lo que el espectador no tiene un referente con el que identificarse, sin embargo la escena nos muestra el instante primigenio donde el mono se convierte en humano, en el pasado infinitamente lejano del mito. El dolor de reconocernos en esos seres abyectos se contrarresta con el conocimiento de nuestro futuro. El monolito es el novum donde el mundo sufre la primera transformación dividiendo la historia en un antes y un después.

Frente al desarrollo sublime/matemático de la película hay tres acontecimientos dinámicos, el descubrimiento de las herramientas, la victoria de Bowman frente a Hal y el paso por la puerta estelar. En dos de ellos no hay intervención humana, y en el tercero Bowman derrota a la tecnología controlando el sublime dinámico.


EL CIENCIAFICCIONAL SUBLIME DINÁMICO. Matrix

El sublime dinámico responde a una tecnología que inspira un temor reverencial debido a su poder evidente o a que la humanidad depende críticamente de ella. La naturaleza ya ha dejado de ser un obstáculo. A partir de la II guerra mundial las manifestaciones naturales peligrosas no sólo son resueltas por la ciencia, sino que son causadas por la ciencia.

En Matrix tenemos una estética ambivalente pues exponen simultáneamente una crítica a la tecnología y un evidente placer estético en su exhibición, que es puro dinamismo con su manipulación violenta del espacio/tiempo que es doblemente ilusoria: En la narración interna de la matriz y en los efectos especiales de la película.

Hay cuatro efectos que tiene un lugar de privilegio en la película: El flujo de código, el tiempo-bala, la posesión de cuerpos de los agentes y la manipulación del espacio/tiempo en el combate.

El flujo de código representa las instrucciones sin fin de la propia matrix, y a la vez un pasaje físico a su interior, a la conciencia de la máquina dentro del mundo humano simulado. La posesión de los avatares humanos por los Agentes y su transformación en los propios Agentes confiere un poder divino de ubicuidad a la máquina a la vez que un exceso que roza lo grotesco. Y por último el tiempo/bala y la manipulación espacio temporal durante el combate es una representación del control sobre las magnitudes físicas de la simulación, que produce la sensación de impostura que está implícita en las características de lo sublime en ciencia ficción.

La película abandona pronto el sublime contemplativo inicial para centrarse en el dinámico, la acción por la que los avatares humanos podrán recuperar al poder de las máquinas: Neo logrará dominar el poder sublime de la matriz. Y está historia no tiene nada que ver con el sublime intelectual, ya dice el Oráculo que Neo “no es demasiado listo”.


EL CIENCIAFICCIONAL SUBLIME FEMENINO. En la cima del mundo.

Gran parte del reciente interés crítico en lo sublime ha sido desde el punto de vista psicoanalítico.  Las etapas del sublime clásico se han trasladado fácilmente en las etapas del complejo de Edipo freudiano. Bloqueo, retroceso, autodisciplina y recuperación a través de la sumisión al supersensible pero racional orden de las cosas se ha reestructurado como una estetización del alejamiento de la madre por parte del niño y su eventual sumisión al padre.

CR7, y yo tampoco, no estamos muy seguros que la explicación del sublime desde este punto de vista sea una mejora sobre el simple punto de vista estético.  Además este modela ha sido criticado desde el punto de vista feminista como una perpetuación del falogocentrismo inherente en el modelo freudiano. Patricia Yeager ha propuesto en su lugar un sublime femenino derivado de la psicodinámica de las experiencias femeninas, diferentes del complejo androcéntrico de Edipo.

En el campo de la ciencia ficción se traduce en la narración de una estética predominante imperial o dominante hacía el resto, invadiendo y sometiendo a los aliens, en lugar de usar el punto de vista femenino que conlleva el dialogo y el reconocimiento de la diferencia. Aunque este ha sido el punto de vista dominante en el género, también existen narrativas visionarias feministas, como por ejemplo Mujer al final del tiempo, de Piercy, La mano izquierda de la oscuridad, de LeGuin, Una puerta al océano, de Joan Slonczewski, Lengua materna, de Suzette Haden Elgin, Dhalgren, de Delany, y En la cima del munto, de James Tiptree Jr., un alias de Alice Sheldon.

Esta última obra es un ejemplo excelente del uso del sublime femenino en la forma propuesta por Yeager. La acción transcurre en tres mundos. En los Estados Unidos contemporáneos, donde un grupo de discapacitados sociales con poderes psíquicos realizan experimentos telepáticos. En el planeta Tyree, donde sus habitantes se han adaptado a vivir en un gran torbellino que domina el planeta, planeando en grandes mantos transparentes y comunicándose mediante campos mentales. Y luego está el Destructor, una enorme entidad cósmica con características de ser vivo y de máquina, compuesto de materia apenas más densa que el vacío, que viaja por el cosmos aniquilando planetas.

La solución de la trama llega gracias a la integración de los humanos, los habitantes de Tyree y el propio Destructor, provocando una de las más satisfactorias muestras de la visión sublime en ciencia ficción, donde no se procede a una dominación tecnológica, sino que cada una de las partes exige una comprensión como individuo autónomo. Cada suceso que hace avanzar la trama incluye alguna forma de interpenetración, abrazando así un punto de vista femenino por contraposición a la penetración masculina.

La voz narrativa no se esfuerza por un lograr un dominio sobre la naturaleza o la tecnología sino en alcanzar una unión empática de mentes, cuerpos, percepciones y proyectos que disuelvan el dolor del aislamiento, de la inadaptación y del sufrimiento de la vida.

Y con esto terminamos con lo SUBLIME y seguimos la próxima semana con lo GROTESCO.

Aquí tenéis el resto de entradas de la lectura compartida:




9 de julio de 2013

Lanzamiento del sello VerdHugos





Antes de que os vayáis de vacaciones queremos lanzar la que sin duda es la mayor novedad del año: ¡el sello VerdHugos!

sello3.gifNo, no vamos a vender ni editar nada. Ni siquiera nuestro podcast, si podemos evitarlo. Este es un sello de lectores, para lectores.

La idea es simple (lógico: es nuestra). Ya nos conocéis a los cuatro. Ya sabéis de qué pie cojea cada uno, quién coincide más con vuestros gustos y quién menos. Si uno de nosotros recomienda una novela, es casi seguro que será un buena novela. Casi.
¿Pero si la recomendamos los cuatro?

El sello VerdHugos se otorgará sólo a aquellos libros, antiguos y nuevos, que, de manera unánime, se consideren excelentes por los cuatro VerdHugos. Sobresalientes. Estupendos. Libros que todo el mundo debería leer. No basta con que sean buenos o notables: han de destacar. Tenemos muchos candidatos y por supuesto escucharemos vuestras sugerencias. Stay tuned!

Para ilustrar el concepto, hemos rogado al excepcional Javier Hansard, nuestro artista favorito, que diseñara una imagen para la ocasión. ¡Y nos ha creado varias! El sello VerdHugos se pone en marcha. La semana que viene, el primer título al que se lo otorgamos. Se aceptan apuestas.

28 de junio de 2013

Lectura compartida: The Seven Beauties of Science Fiction




En El Fantascopio hemos empezado un proyecto, la lectura conjunta de The Seven Beauties of Science Fiction, de Istvan Csicsery-Ronay, Jr.

La idea es leer cada semana un capítulo, y luego comentarlo en profundidad hasta la próxima semana. Este es el calendario que nos hemos propuesto:

Jueves,      4 de julio: Introduction: Science Fiction and This Moment

Jueves,    11 de julio: First Beauty: Fictive Neology
Jueves,    18 de julio: Second Beauty: Fictive Novums
Jueves,    25 de julio: Third Beauty: Future History
Jueves,  1 de agosto: Fourth Beauty: Imaginary Science
Jueves,  8 de agosto: Fifth Beauty: The Science-Fictional Sublime
Jueves, 15 de agosto: Sixth Beauty: The Science-Fictional Grotesque
Jueves, 22 de agosto: Seventh Beauty: The Technologiade
Jueves, 29 de agosto: Concluding Unscientific Postscript: The Singularity & Beyond.

Estáis todos invitados a comentar y discutir los temas.

18 de junio de 2013

WOOL


Te imaginas vivir en un rascacielos, bueno en un rascatierras, que fuera único y que no pudieras salir jamás; es más, hablar de salir te condena automáticamente a la expulsión y la muerte, pues el exterior es abrasivo, tóxico, mortal. Y aun así, curiosamente, todos los condenados, antes de caer muertos limpian los sensores que permiten la visión del paisaje infernal desde el interior del silo.

Pues eso es Wool, una distopia; la vida dentro en un silo subterráneo, de unos 150 pisos, donde los viajes duran días, subiendo y bajando sin descanso por una escalera. Una escalera que es el único modo de comunicación entre las plantas, el único camino de transporte, un río de viajeros que sube y baja sin fin. (bueno, la duración de los viajes cojea un poco pero y lo bien que queda; además, si la escalera está abarrotada tienes que ir despacio).

Hugh Howey empezó publicando Wool_1 y empujado por la demanda continuó la serie y después se publicó esté Omnibus que contiene los cinco primeros relatos y cierra el arco argumental. Ligeramente basado en Romeo y Julieta (lo se por que Howey nos lo restrega por las narices, no os creáis), y con un toque de Robinson Crusoe, Viernes incluido, y los Robinsones Suizos de paso; Wool nos muestra la lucha por el control del silo y por descubrir lo que ocurrió. 

Los dos primeros relatos plantean la situación y te dan la información necesaria para comprender la dinámica del silo, el equilibrio de los poderes, las diferentes secciones que lo componen, y las primeras preguntas. ¿No hay ascensores?, pero que mierda de arquitecto diseñó esto; ¿los mensajes se entregan en mano?, ¿qué sólo el Sheriff tiene radio?, ¿para que necesitan un departamento de informática en un silo aislado sin ningún contacto exterior? Será complicado llevar la cuenta de los habitantes.
Pero no os preocupéis, todas las preguntas tienen respuesta. Poco a poco, con buen sentido del ritmo, Howey nos va suministrando la información y desvelando los misterios. 

Este es el punto fuerte de esta historia, la explicación y el descubrimiento de como se ha llegado a esta situación, y que se puede hacer a partir de ahí. ¡Disfrutadla!

3 de junio de 2013

Estanterías

Algunos fantascopistas hemos pensado hacer un meme, en este caso un meme fotográfico. Vamos a enseñar nuestras estanterías, allí donde se acumulan libros y libros que en algún momento de nuestra vida querríamos leer y no sabemos si podremos, ya que The Pila avanza inexorable, así como libros que ya ocupan un lugar en nuestra memoria.



Esta es una vista de la colección de Martínez Roca, en primer plano; detrás, apenas visible, las revistas de Asimov's, y detrás y estás ya invisibles, mi colección de Nueva Dimensión.



Aquí tenemos los Minotauro y, detrás claro y sin visibilidad, parte de Nova, de Ediciones B.



Batiburrillo general, como veis soy la mar de ordenado, y Superficción al fondo, primera y segunda época.



Alcor y fantasía de Martínez Roca y Timun Mas, detrás más fantasía de Martínez Roca y Timun Mas. Si es la Dragonlance, también he leído eso.



Más fantasía de Martínez Roca, Dios parece que esa gente copaba el mercado, y debajo Edhasa y la colección Cronos, de Destino.


Aquí tenemos otro batiburrillo, con Etiqueta Futura, de Jucar, detrás.



Un poco de todo, horror, comics y tutifruti variado.



Y por último, este es el aspecto general del fondo de catálogo. Todo muy bien archivado en sus archivadores, que aquí no se aprecia pero va siguiendo pared tras pared.

Las novedades y The Pila crece ahora en el kindle, gracias a dios, porque ya me quedaba sin paredes y la convivencia empezaba a resentirse, la gata ya no sabía donde meterse.

Aquí teneís otros fantacopistas y más estanterías:

http://sentidodelamaravilla.blogspot.com/2013/06/show-me-your-books-meme.html

http://www.leemaslibros.com/show-me-your-books-meme

http://ilium.qdony.net/?p=3378

http://www.fantasticaficcion.com/index.php/show-me-your-boo-ks-meme

http://deprisa-deprisa.blogspot.com.es/2013/06/show-me-your-boo-ks-meme.html

http://blogs.libros.com/literatura-ciencia-ficcion/2013/06/03/show-me-your-boo-ks-meme/


19 de mayo de 2013

El adepto de la reina

Esta entrada es una colaboración al especial que odo, en el blog Sense of Wonder, dedica a la editorial Sportula; así que me he levantado de mi butaca de lectura y me he arrastrado hasta el teclado para intentar reseñar "El adepto de la reina", de Rodolfo Martínez.

Érvinder es un mundo dividido en dos bloques y hay una guerra fría entre ellos. ¿Os suena?, espero que sí, por que refleja nuestro mundo en los años 50 y 60, y en este mundo en guerra los espías son las piezas que juegan la partida.

Con la misma idea que en sus novelas de Sherlock Holmes, en este trabajo Rodolfo Martínez usa a Bond ... James Bond, digo, esto, Brandan ... Yáxtor Brandan, adepto empírico del reino de Alboné, al servicio de su majestad la reina, el mejor espía del reino, y a la vez un arma creada por sus superiores sin moral ni empatía, un psicópata perfecto. Salen todos, M, Q, Spectra, ... bueno no, me falta Moneypenny, lástima.

El mundo de Érvinder es una mezcla del Imperio Romano con la Inglaterra victoriana, que basa su funcionamiento en los "mensajeros", una especie de nanotecnología biológica que permite a los habitantes realizar toda suerte de tareas, y para las que unos están más dotados que otros. Evidentemente Yáxtor es el más dotado para ello y su control de los mensajeros es superior al de cualquiera.

Los mensajeros son la base de todo el mundo y, claro está, su debilidad más pronunciada, así que cuando una organización secreta, ajena a las dos grandes potencias, amenaza con acabar con ellos, usando una bomba de Malas Noticias robada a los occidentales, Yáxtor Brandan entra en acción.

La ambientación del mundo brilla por su ausencia (las descripciones son casi inexistentes), pero su asimilación a la época de los 50, y su inspiración romana y victoriana, consigue que nos sintamos cómodos y que asumamos el entorno con facilidad, con sus esclavos, sus dirigibles, y sus inicios de industrialización y el uso incipiente de armas de fuego. La mayoría de las luchas son a espada, en las que, ejem, si, si, Yáxtor es un maestro.

Rodolfo Martínez
Después de un inicio dubitativo (hay un capítulo clavado a Don Juan Tenorio), la novela escoge su estilo y se convierte en un thriller de espías de toda la vida. Y aquí es donde sobresale Yáxtor; Rodolfo Martínez coge a James Bond, y lo lleva un paso más lejos, lo convierte en un ser amoral y sin sentimientos, quiero decir más incluso que Bond, pero a la vez consigue que el lector no lo aborrezca, por que Yáxtor es inocente, es una víctima del sistema, creado para que sea como es, sin que pueda evitarlo.

Yáxtor manipula, viola, asesina y usa todos los recursos a su alcance para terminar con el enemigo. Gracias a sus mensajeros y a su control sobre ellos, conquista mujeres a las que les crea una adicción física a su presencia, manipula su apariencia física, y cuando está a punto de perecer y ha usado a casi todos los mensajeros de su cuerpo, una imagen de su pasado aparece en su cerebro, y es así como tirando del hilo, Brandan descubre la manipulación que ha sufrido.

La novela consigue un ritmo ágil y rápido y resuelve casi todas las incógnitas planteadas, dejando para una segunda sesión, los suficientes enigmas como para que quieras seguir con la serie. ¿Qué pasará con Yáxtor ahora que ha descubierto la manipulación? ¿Continuará al servicio de su Reina?

8 de febrero de 2013

Alif The Unseen






Título: Alif the Unseen
Autor: G. Willow Wilson
Editorial: Corvus Books



Menudo bloggero estoy hecho, abro un blog y no me acuerdo ni de actualizarlo. Bueno, a ver si podemos remediarlo.


A estas alturas del año, acostumbro a centrarme en títulos nominables para los premios Hugo, y buscando por la web encontré buenas referencias sobre este, Alif the Unseen. Parecía seguir la moda actual de escenarios orientales, aunque el libro está escrito en 2010, y tenía pinta interesante. A por él.

Primero busque información sobre el autor, G. Willow Wilson, pues resulta que es una autora, americana, que vive en El Cairo después de convertirse al Islam. Sus trabajos más conocidos son los comics Cairo y Air, y de este último tengo buenas referencias.

Pero vamos al libro. La acción transcurre en un estado indeterminado de Oriente Próximo, un estado totalitario con censura y control policial; el protagonista es un joven hacker antisistema, Alif, que se dedica a vender seguridad y protección informática a cualquiera que no quiera estar supervisado por el estado, bloggers, grupos religiosos, grupos ateos, cualquiera, sin importarle su orientación política o religiosa.

La historia empieza cuando Intisar, una joven árabe de clase alta, rompe la relación que sostenía con Alif, ya que su padre ha concertado su matrimonio; despechado Alif crea un programa capaz de reconocer su firma digital, sea cual sea el ordenador que use, y que impide que Alif pueda verla y así recordar su existencia. El jefe la seguridad informática estatal, La Mano, descubre el programa y como es normal se siente sumamente interesado en un programa capaz de detectar a las personas, independientemente de su punto de conexión y del ordenador que usen. Vamos, el sueño de cualquier agente de contraespionaje, y así empieza la persecución. Alif huye con la ayuda de la "vecina de al lado" y compañera infantil de juegos, Dina, y en su huida tropezarán con Vikram, El Vampiro, un djinn.

Se compara a la novela con Snowcrash, de Stephenson, aunque yo no le veo ninguna relación, hay ordenadores pero no hay ningún mundo virtual ni nada parecido. La tecnología es la actual sin ningún avance significativo. En cambio, veo muchos más detalles de Harry Potter, aunque el tono sea totalmente diferente; el callejón Diagon está fusilado directamente.

Los personajes están muy conseguidos, tanto Alif, como Intisar y Dina, están bien dibujados, Vikram también está muy bien, pero en cambio los demás seres fantásticos son apenas esbozos y su comportamiento ridículo, pero ¡hey!, son genios, a saber si se comportarán así de normal.

Otro gran acierto del libro, es precisamente otro libro, Los mil y un días, la contrapartida de los genios a Las mil y una noches, con sus cuentos en el mismo estilo pero protagonizados tanto por humanos como por seres fantásticos y que es el centro sobre el que gira la trama. Tanto Alif como La Mano usan el libro como fuente de inspiración para sus programas y el control de la red informática.

Esta lucha por el control de la red y el nuevo paradigma de programación, no terminan de convencerme en absoluto, pero lo peor es el intento adoctrinador del libro, parecido a Las crónicas de Narnia, de C. S. Lewis, que presenta a la religión sólo en su cara más amable. Dina especialmente es sin duda la persona más inteligente y sensata, y en cambio se pliega inmediatamente a las iniciativas sin demasiado sentido ni reflexión de Alif. Dina, además, que opto por el velo a los 12 años, es el ejemplo perfecto de mujer devota, enfrentado su personaje directamente al de Intisar, sexualmente activa y sólo ligeramente religiosa, a pesar de ser una familia de pura raza árabe; al contrario de Dina, que tiene ascendencia egipcia. Y no hablemos de La Mano o los nobles de sangre real, directamente pecadores y destinados al infierno.

A pesar de sus males, es una lectura entretenida y amena con la que pasar un buen rato.

16 de enero de 2013

The Brides of Rollrock Island



Margo Lanagan es una escritura australiana de la que no había oído hablar nunca hasta que leí una reseña de "The Brides of Rollrock Island" que me llamó la atención. La novela cuenta la historia de las mujeres de Rollrock pero no de unas mujeres cualquiera, sino de las mujeres-foca.

Misskaella es la última bruja de Rollrock y tiene el poder de convertir a las focas en bellísimas mujeres. Mujeres que mientras sus esposos posean su antigua piel de foca las poseen también a ellas.

A partir de esta premisa y con un ritmo pausado, Margo Lanagan va desarrollando la historia de Rollrock a través de diferentes puntos de vista, mostrando el precio que se tiene que pagar para conservar un modo de vida al margen del mundo.

Misskaella nos cuenta la historia de una niña diferente, sus problemas y finalmente su conversión en  bruja; Daniel Mallet y su hijo Dominic nos dan el punto de vista masculino de la vida en Rollrock, el irresistible deseo de una mujer-foca; Bet Winch en cambio nos muestra el punto de vista de una esposa tradicional y los conflictos familiares que genera la situación. 


Con una prosa de un regusto arcaico y gran fuerza descriptiva nos relata la vida en una pequeña isla, las correrías de los niños, la fuerza del viento, la espuma del mar, las tormentas de invierno, la frugal vida de un pequeño pueblo isleño antes de la llegada de la vida moderna. Y no sólo eso, también la soledad, la dureza del clima, la maledicencia de la gente que convierte a una frágil niña en una vengativa bruja.

Todos los hombres de Rollrock quieren una mujer-foca. Esta es la excusa de Margo para explorar el conflicto entre dos tipos de vida. La vida en el continente y la vida en la isla, un estilo de vida moderno y otro apegado a sus tradiciones, unas mujeres dinámicas y emprendedoras y otras sujetas a sus deberes caseros y sin poder elegir su destino.

La autora consigue que nos sumerjamos en una pequeña isla que yo imagino en el mar del Norte, que sintamos el viento cortando la piel, pero que gocemos del brillo del sol en la arena de la playa, y que suframos el conflicto de un ser humano que no tiene opciones para escoger. No se si se nota, pero me ha gustado.